Hoy comparto una cita de John Piper sobre por qué realmente compartimos el evangelio. Los énfasis en negrita son añadidos por mí.
“¿Alguna vez te has preguntado que se siente amar a los perdidos? Es una frase que usamos como parte de nuestro hablar cristiano. Muchos creyentes se sienten culpables buscando en su corazón algún sentimiento de benevolencia que los impulsará a evangelizar con valentía. Pero nunca pasará. Es imposible amar a “los perdidos”. No puedes sentir algo profundo por un concepto o una abstracción. Sería imposible amar de manera profunda un individuo desconocido que ves representado en una fotografía, mucho menos una nación o un pueblo o algo tan vago como “todos los perdidos”.
No esperes un sentimiento o amor para compartir a Cristo con alguien que no conoces. Ya amas a tu Padres celestial y sabes que esta persona desconocida fue creada por Él pero está separada de Él, entonces toma estos primeros pasos de evangelismo porque amas a Dios. No es gracias a nuestra compasión por la humanidad que compartimos nuestra fe y oramos por los perdidos. Lo hacemos primordialmente por nuestro amor a Dios.”
~John Piper