un himno a Su sacrificio

Ni plata ni oro en su corona aquí se vio,
ni diadema real Él se ciñó.
Espinas crueles fue lo que llevó en su sien,
y sangre que brotó allí también.

~coro~

Su trono fue una tosca cruz,
menospreciaron a Jesús.
Con sangre demostró su amor
al triste mundo pecador.

De los palacios de marfil se despidió
cuando del cielo al mundo descendió.
Aunque era rico, Él se quiso empobrecer,
desde la cruz su reino pudo ver.

Desfigurado fue, sin parecer murió;
indescriptible fue lo que sufrió.
Su sangre tan preciosa quiso derramar
y así al alma vil purificar.

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