Lejos de mi dulce hogar,
vagaba yo sin Dios,
a través de tierra y mar,
sin esperanza y paz;
mas el tierno Salvador,
viéndome en aflicción,
por su infinito amor me levantó.
Su grande amor me levantó;
de densa oscuridad me libertó.
Su grande amor me levantó;
de densa oscuridad me libertó.
Todo entrego a mi Jesús,
siempre le seguiré;
he tomado ya la cruz
y el mundo atrás dejé.
Tan excelso y grande amor
requiere la canción
y servicio fiel de cada corazón.
Su grande amor me levantó;
de densa oscuridad me libertó.
Su grande amor me levantó;
de densa oscuridad me libertó.
Ven a Él, oh pecador,
no te rechazará.
Con ternura el buen Pastor
hoy te recibirá;
tus pecados borrará,
gozo tendrás sin par,
gracia y fuerza te dará para triunfar.
Su grande amor me levantó;
de densa oscuridad me libertó.
Su grande amor me levantó;
de densa oscuridad me libertó.