¿Qué es eso que tienes en tu mano?
Dios le hizo esta pregunta a Moisés en Éxodo 4:2. Pero, esta pregunta no venía al azar. Moisés estaba protestando que aunque Dios lo estaba llamado a librar a Israel, los hebreos no le aceptarían como líder y que los egipcios no le pondrían atención. Y en medio de todas las razones por las que Moisés (en su propia opinión) no era el adecuado para ser libertador, Dios lo interrumpió con esta pregunta.

¿Qué es eso que tienes en tu mano?
Quizás, un poco confundido, Moisés le contestó que era una vara. Era una vara común y corriente como la de cualquier pastor. Nada especial. Una vara. Pero, Dios tornó esa vara en un instrumento poderoso para librar al pueblo de Israel.
Hoy, también hay almas que están esperando ser libradas del dominio de Satanás. Hay pueblo predestinado desde antes de la fundación del mundo que aún no ha visto la luz del evangelio de la gloria de Cristo.
Y Dios te llama a librarlos.
Dios te llama a compartirles el evangelio. ¿Estás protestando? ¿Tienes razones por las que tú no eres el adecuado? ¿Quieres informarle a Dios por qué tú no eres la indicada? Moisés también tenía bastante que decir. Pero Dios, con una pregunta le mostró que Él ya le había dado todo lo que necesitaba para librar al pueblo.
Tú también ya tienes lo que Dios puede usar para librar las almas perdidas.
Para unos, el instrumento es la historia de cómo superaron la depresión, para otros, la experiencia de perder su bebé. Quizás, el tuyo no sea tan dramático. Quizás sea esa imperfección física o espiritual que tanto te desanima. O, tu experiencia siendo la única persona creyente en tu familia. Pero, tú tienes ese instrumento.