Mary Slessor se conoce como la Reina de Calabar.
Mary, una chica escocés, fue enviada a Calabar, África (ahora, Nigeria) como misionera muy joven. Gracias a su trabajo, cientos de personas condenadas a la muerte por los brujos y las supersticiones pudieron seguir con vida. Gracias a su valentía, guerras tribales fueron evitadas. Y a cada pueblo que iba, a cada enfermo que atendía, a cada bebé que rescataba le contaba de Cristo y su amor por ellos.
La vida de Mary sólo se puede calificar como exitosa.
Pero, ¿por qué? ¿Por qué fue misionera? ¿Por qué decidió dedicar su vida a caníbales? ¿Por qué dejó su hogar para vivir sola entre personas que ni la conocían ni la entendían?
Mary Slessor tuvo una madre piadosa.
La señora Slessor era una persona que oraba por sus hijos. Ella mostró un carácter de consideración constante a pesar de las borracheras de su esposo. Fue la primera que sembró en el corazón de Mary las historias de misioneros en tierras lejanas. Fue la que llevaba a sus hijos a oír la predicación de la Palabra. Fue la que animó a su hija a leer buenos libros, oír predicaciones y orar por los demás. Gracias a la señora Slessor, Mary pudo estar al tanto de los reportes que daban los misioneros cuando regresaban al Reino Unido.
El éxito de Mary Slessor fue gracias a la devoción de su madre.
Seas madre o no, te aseguro que hay alguien en cuya vida tienes mucha influencia. ¿Qué impacto tendrás sobre él o ella? ¿Qué aprenderá de ti? ¿Qué hará pensando que tú lo harías así? ¿Qué imitará de ti?
Mary Slessor siguió el ejemplo de su madre en ser una mujer que amaba las almas.
Y si te siguen a ti, ¿qué harán?
