“…estad siempre preparados para presentar… razón de la esperanza que hay en vosotros;” 1 Pedro 3:15
Generalmente, no se te avisa que un compañero se acercará para contarte que acaba de fallecer su abuela y que siente un vacío inmenso. Normalmente, no sabes de antemano que una persona en el camión te va a comentar sus falsas ideas sobre los ángeles y los cuarzos.
¡Nunca sabes con qué oportunidad te vas a topar ni de dónde va a venir!

Pero, la Biblia no considera la posibilidad de que no estemos listos para responder ante preguntas sobre lo que creemos.
Nuestro deber es siempre estar preparados.
¿Cómo prepararnos para algo que casi siempre llega de manera inesperada? Pues, hay una cosa que te ayudará más que cualquier otra al compartir el Evangelio: la memorización.
La memorización de versículos del Evangelio va a transformar cómo lo compartes.
Tener versículos frescos en la mente te ayudará a responder con la verdad cuando alguien te comenta de una falsedad. Cuando te preguntan sobre la salvación, son los versículos memorizados que te ayudarán a formular una respuesta clara. Si te hacen un comentario acerca de tu religión o tus creencias, los versículos que memorizaste serán una mejor respuesta que cualquier defensa propia que pudieras presentar.
De hecho, hay tres grandes ventajas de tener memorizados ciertos versículos del Evangelio.
1. Los versículos memorizados, son respuestas en sí. Es decir, tu respuesta puedes ser la cita tal cual, con todo y referencia o sencillamente diciendo: “La Biblia dice…”
2. Los versículos de memoria también los puedes incorporar en tu forma de hablar sin decir exactamente de dónde viene. Por ejemplo, “Sí, es cierto que suceden muchas cosas malas en el mundo pero, son resultado del pecado. La paga del pecado es muerte. Pero Dios muestra su amor para con nosotros en que, siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros.” Aquí, se hizo referencia a Romanos 5:8 y 6:23 sin decirlo explícitamente.
3. No sólo eso, sino que el tener versículos memorizados, te ayudará a identificar los puntos más importantes a tocar en una conversación. Quizás no tengas tiempo para darle todo una predicación, pero si te sabes unos versículos fundamentales del Evangelio, entonces sabrás tocar, aunque de manera breve, los puntos que allí se mencionan. Por ejemplo: En lugar explicarle a la persona la naturaleza del pecado que todos tenemos desde Adán, puedes basarte en Romanos 3:23 para comentarle rápidamente, “Mira, tú y yo y todos los demás hemos hecho cosas malas, por más pequeñas que sean. Pero, como Dios es santo, no nos puede aceptar en su presencia así. Ése es el problema.”
Entonces, ¿cómo estar preparados para presentar la razón de la esperanza que hay en nosotros? Memorizar. No siempre tendrás la Biblia a la mano y muchas veces es inapropiado sacar el celular para buscar un versículo, ¡pero, tu cerebro allí está!
¡Memoriza versículos del Evangelio!
Allí están Juan 3:16, Romanos 5:8 y muchos más.
¡Guárdalos en tu mente y corazón para siempre estar preparado para cumplir tu misión de compartir el Evangelio!
Si tienes algún versículo preferido que usas cuando compartes el evangelio, dímelo en los comentarios. O quizás no estás de acuerdo conmigo porque crees que hay algo que nos puede ayudar aún más al evangelizar. ¡Quisiera ver tu opinión en los comentarios!