Cuando escribo, pienso.
Cuando pienso, escribo.
Si no escribo,
Los pensamientos, como mariposas,
Se van, su belleza, mía durante unos momentos solamente.
Si escribo,
los pensamientos quedan atrapados
por mi letra entre las hojas de papel y son míos para siempre.
Pero si escribo,
puedo examinar esos pensamientos.
puedo ver que muchos no tienen sustancia y su belleza desvanece.
Pero si escribo,
al examinar esos pensamientos,
encuentro, una que otra vez, una joya que, con el tiempo, solo se volverá más brillante.