
Elisabeth Scott, conocida como Betty, era hija de unos misioneros en China y después de casarse con John Stam, ella también dedicó su vida al evangelismo allí. John y Betty tenían un año como misioneros cuando unos soldados entraron al pueblo y llevaron como prisionero a cualquier persona de influencia. Al día siguiente, estos soldados comunistas mataron a la pareja. Pero, el espíritu de Betty aún tiene influencia hoy. Su muerte, junto con la de su esposo, ha inspirado a muchos a ir y predicar el evangelio. Hoy les comparto un poema que Betty escribió a los 18 años.
Señor, rindo todos mis planes y propósitos,
todos mis propios deseos y esperanzas
y acepto tu voluntad para mi vida.
Doy quien soy, mi vida, mi todo,
completamente a Ti, para ser tuya para siempre.
Lléname y séllame con tu espíritu Santo,
úsame como quieras, envíame a donde quieras,
y cumple tu entera voluntad en mi vida, sea cual sea el costo, hoy y siempre.
~Elisabeth Stam (1906-1934) misionera en China y mártir para el Señor.