“Buen siervo y ¿…?”

Y su señor le dijo: Bien, buen siervo y fiel; Mateo 25:21

Todos esperamos escuchar esas palabras del Señor cuando lleguemos al cielo.

La meta es ser fiel al Señor y lo que Él nos manda a hacer.

Pero, es fácil olvidarnos de la meta y perder el enfoque. Podemos enfocarnos en cumplir con una cuota de folletos, en buscar la salvación de personas, en desarrollar algún talento, etc. No son cosas malas, pero todo eso no debe ser el propósito final. Debe ser el medio por el cual cumplo el propósito de serle fiel al Señor.

El Señor no nos va a decir, “Buen siervo y líder exitoso”. O “Buen siervo y predicador para la salvación de muchos.” O “Buen siervo y ayudador de los hermanos.”

Lo que el Señor espera es fidelidad personal.

El Señor espera que yo sea fiel a su voluntad para mí.

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