La entrada de hoy tiene un formato diferente, aunque sí tiene que ver con compartir el evangelio. Es una serie de preguntas y respuestas que he ido identificando a través de varios años. Espero sean de ayuda para ti como lo fueron para mí.
¿QUÉ ES LA HOMOSEXUALIDAD?
Según el diccionario, la homosexualidad es “la inclinación erótica hacia individuos del mismo sexo.” Otra definición es “la relación sexual entre personas del mismo sexo.” Entonces, cuando hablamos de la homosexualidad, la palabra puede referirse a una de dos cosas:
- a una persona que siente atracción erótica hacia personas del mismo sexo, o
- a actividad sexual entre personas del mismo sexo.
¿DICE LA BIBLIA QUE LA HOMOSEXUALIDAD ES PECADO?
Sí, la Biblia menciona actividad sexual entre personas del mismo sexo y algunas de las palabras que se usan para describirla son: abominación, vergonzoso y contra naturaleza. (Romanos 1:26, 27 & Levítico 18:22 y 20:13) En otros versículos, la Biblia enumera varios pecados y menciona entre ellos la actividad homosexual, entonces podemos entender que sí es pecado. (1 Corintios 6:9 al 11 & 1 Timoteo 1: 8 al 11) En el Antiguo Testamento, la actividad homosexual merecía la pena de muerte, aunque ya no aplica hoy. (Juan 8:1 al 11) Además, Dios juzgó con severidad a Sodoma y Gomorra por su inmoralidad sexual que incluía actividades homosexuales. (Génesis 19)
También hay otra verdad de la Biblia, previamente establecida que simplemente no permite dar lugar a la homosexualidad. El matrimonio. La Biblia menciona a la esposa como un ejemplo de la iglesia universal y al esposo como un ejemplo de Cristo, mientras que el matrimonio en sí representa la relación eterna entre Cristo, el Salvador, y su iglesia, los salvos. (Efesios 5:22 al 32) Esta representación se pierde en una relación romántica entre dos personas del mismo sexo. Aunque sea una relación comprometida y monógama, es simplemente imposible representar los principios espirituales de liderazgo y sumisión en una relación entre dos personas del mismo sexo.
Entonces, no sólo se incluye a la homosexualidad entre otros pecados en la Biblia, sino que también vemos que una relación homosexual imposibilita la representación de Cristo y la iglesia que un matrimonio debe ser.
¿LOS CRISTIANOS CÓMO DEBEMOS TRATAR A LOS QUE SE AUTO-IDENTIFICAN COMO HOMOSEXUALES?
Ampliemos la pregunta un poco. ¿Los creyentes cómo debemos tratar a cualquier pecador? Aprendemos del ejemplo que nos dio el Señor en el Nuevo Testamento que les debemos mostrar el amor incondicional de Dios. (Juan 8: 1 al 11 & Juan 4: 6 al 30) Si estamos viviendo la vida cristiana como la deberíamos vivir, ellos sabrán que no estamos de acuerdo con su pecado. No será necesario ir con ellos y decirles qué es lo que están haciendo mal. Nuestro deber es mostrarles, a través de nuestras vidas, que Dios los ama incondicionalmente y que exige justicia. (2 Corintios 5:20) Tal como lo hizo Cristo, debemos tender lazos con los pecadores. Ser amable con los pecadores con el propósito de compartirles el evangelio no es igual a aprobar su pecado. Según la Biblia, debemos tratar a cada pecador, sea mentiroso o gay, como lo que es: un alma amada que necesita la salvación de Dios. (Marcos 16:15 & Romanos 2:11)
¿ES POSIBLE QUE UN CREYENTE SEA HOMOSEXUAL?
Cada creyente es tentado a pecar y cada creyente tiene una debilidad distinta. (Hebreos 12:1) La Biblia habla de cómo enfrentar la tentación (Mateo 26:41 & Lucas 22:40 & 1 Pedro 5:7 & Hebreos 2:18) y qué hacer después de haber caído en tentación. (1 Juan 1:9) No hay límite a lo que hará Satanás para hacer caer a los creyentes y la tentación homosexual (aunque no sea lo normal para la mayoría) no queda excluida de las formas en las que nos puede tentar.
De hecho, algunos creyentes han confesado que tienen que lidiar con esta tentación. Ellos lo llaman ‘Atracción hacia el mismo sexo’ (AMS) en lugar de llamarlo ‘homosexualidad’ o ‘ser gay’ porque es una tentación a la que se enfrentan pero a la que no ceden. Creyentes que batallan con AMS hacen todo lo posible por mantenerse puros en pensamiento y en hecho, de igual forma en que creyentes heterosexuales batallan contra la impureza sexual.
¿QUÉ DEBE HACER UN CREYENTE SI SIENTE ATRACCIÓN HACIA EL MISMO SEXO?
Siempre, sin importar qué tentación enfrente el creyente, es sabio buscar el consejo y la ayuda de creyentes maduros y piadosos que tienen sana doctrina y convicciones basadas en la Biblia. Ellos podrán ayudarle a poner la tentación ante el Señor y podrán apoyarle en oración. Le darán consejos sabios ante decisiones difíciles y también podrán ayudarle a encontrar ayuda profesional, si es necesario.
Muchas tentaciones, como el fumar, la avaricia, el embriagarse o el chisme, nunca desaparecen por completo y esta tentación no es ninguna excepción, pero Dios promete ayudar al creyente que sufre cualquier tentación. (1 Corintios 10:13)
¿LOS CRISTIANOS COMO DEBEMOS TRATAR UN CREYENTE QUE BATALLA CON AMS?
La Biblia deja muy en claro cuáles responsabilidades tenemos los creyentes para con nuestros hermanos: debemos amarlos, orar por ellos, llevar sus cargas, tenerles paciencia y ayudar a los más débiles. (Juan 13:35 & Santiago 5:16 & Gálatas 6:2 & 1 Tesalonicenses 5:14 & Romanos 15:1) Sin embargo, también se nos da una advertencia para nuestras interacciones con un creyente tentado con AMS: siempre debemos recordar nuestra propia debilidad ante la tentación. Nosotros que lidiamos con otras tentaciones no somos mejores que él o ella. Esa tentación es tan indeseable para ese creyente como nuestras tentaciones lo son para nosotros. No tenemos por qué ser altivos ni creernos más justos. (Gálatas 6:1)
Tal como se haría ante cualquier pecado enumerado en 1 Corintios 5, un creyente que cede a la tentación homosexual y peca deberá ser disciplinado por la iglesia local, para luego ser restaurado a la comunión una vez que haya cumplido con los requisitos de 2 Corintios 2. Obviamente, hasta que la persona haya sido restaurada, debemos tener cuidado de limitar nuestra interacción con él o ella, tal y como lo haríamos con un hermano disciplinado por cualquier otra razón.
Por otro lado, si el creyente que batalla con AMS no ha caído en pecado, no será disciplinado y no tenemos por qué tratarlo de manera distinta a los demás. Es un hermano o hermana en la fe que lucha en contra de su carne de pecado a diario, al igual que nosotros.
Espero que estas seis preguntas y respuestas te hayan ayudado a entender un poco más acerca de lo que la Biblia enseña sobre este tema tan controversial e importante. La voluntad de Dios es ver a los hermanos unidos sobre una base Bíblica en su trato de este asunto, sea en nuestras vidas o en las vidas de los que nos rodean.
Como siempre, si tienes alguna pregunta o comentario, puedes dejármelo en la sección de comentarios o me puedes enviar un correo a erika@erikasimone.com