…y les dijo Josué: —Pasen delante del arca del SEÑOR su Dios hasta la mitad del Jordán, y cada uno de ustedes tome una piedra sobre su hombro, conforme al número de las tribus de los hijos de Israel, para que esto sea señal entre ustedes. Y cuando sus hijos les pregunten en el futuro, diciendo: “¿Qué significan para ustedes estas piedras?”,les responderán: “Las aguas del Jordán fueron cortadas ante el arca del pacto del SEÑOR. Cuando esta cruzó el Jordán, las aguas del Jordán fueron cortadas, por lo cual estas piedras sirven de monumento conmemorativo a los hijos de Israel, para siempre”.
Josué 4:5-7
¿Cómo ha obrado Dios en tu vida últimamente? ¿Qué tal hace dos años? ¿Recuerdas las grandes cosas que Dios hizo en tu vida hace cinco años?
Es buen hábito crear monumentos.
Monumentos que nos harán recordar las grandes cosas que Dios ha hecho por nosotros. Monumentos que nos permitirán contarles a las siguientes generaciones lo maravilloso que es el Señor nuestro Dios.
Pero, ¿cómo crear monumentos en tu vida?
1. Puedes escribirlo en un diario.
El monumento por excelencia de la vida cristiana, el que se ha usado a través de todos los siglos por los grandes cristianos de la historia, es escribir en un diario.
Escribir algo lo graba de manera más firme en nuestra memoria. Y cuando volvemos a leer nuestros diarios podemos ver momento tras momento en el que Dios obró, milagro tras milagro que Dios hizo, razón tras razón para darle gloria. Y no solo podemos alabarle al volverlos a leer, sino podemos recordar situaciones pasadas que podemos compartir con otros.
2. Puedes tomar una foto.
Dependiendo de la forma en que Dios obró en tu vida, podrías tomar una foto de algo o alguien que te hará recordar lo que Dios hizo. Quizás una foto con la persona que se está recuperando. Quizás de una flor en el camino en donde Dios te habló. Quizás de la camioneta en la que ibas cuando sobreviviste el accidente. Y cada vez que veas la foto podrás alabar a Dios.
3. Puedes escribir un poema o un himno.
María. David. Débora. Y muchos santos más han escrito poemas o cantos para contar sobre las obras De Dios. El himnario está lleno de himnos escritos cuando Dios había obrado en las vidas de los escritores. Si tienes un talento para la música o la rima, puedes componer o escribir algo que siempre que se lea o se cante, será un monumento a lo que Dios ha hecho por ti.
4. Puedes diseñar un fondo de pantalla.
Pasamos una gran parte de nuestra vida mirando la pantalla, ¿por qué no crear un fondo con un versículo que el Señor usó para tocar tu corazón de manera especial? Será un monumento que verás con frecuencia.
5. Puedes recopilar historias similares.
Si tu tienes un testimonio de cómo Dios hizo algo grande en tu vida, tus hermanos en Cristo también. ¿Por qué no hablar con ellos para que te cuenten las grandes cosas que Dios ha hecho por ellos? Quizás te puedan mostrar sus monumentos. Quizás el tuyo pueda ser una colección de testimonios increíbles al cual puedes agregar lo que Dios hizo por ti.
Estas son ideas mías, pero ¿cómo guardas tú los recuerdos de los grandes eventos de tu vida? No necesita ser algo complicado. ¡Los Israelitas literalmente hicieron un montón de piedras! No se trata de hacer algo difícil, se trata de tener una manera tangible de recordar la manera en que Dios obró.
Somos olvidadizos.
Nos hace bien tener monumentos a lo que Dios ha hecho.
Nos hace bien compartir lo que Dios ha hecho, cuando alguien ve el monumento y nos pregunta sobre él.