¡Las maravillas de estos días obviamente se relacionan con Ricky! Pero también tengo bastantes otras razones para maravillarme de las obras de Dios.
- Ricky me regaló una docena de rosas el día de nuestro aniversario. ¿A quién se le ocurre combinar la suavidad de terciopelo, con un color intenso representativo de lo que puedes sentir por otro ser humano y agregar, como toque final, un delicado perfume? ¡A Dios cuando creó las rosas!
- ¿Sabes cómo se produce el chocolate, o mejor dicho el cacao? Yo tampoco sabía. Pero, después de una encantadora visita a “Mente Cacao” en San Miguel de Allende, sé no sólo eso, sino también sé a qué sabe el chocolate puro (en pequeños trozos), el chocolate con jamaica (en una bebida fría) y el chocolate con albahaca (mi preferido, en deliciosas trufas.) ¡El cacao es una maravilla directo de las manos de Dios!
- Juan 14:27 es una maravilla. Últimamente, cada vez que me conecto, leo noticias de una nueva tragedia. Pero, los creyentes tenemos paz. No paz como dice tener el mundo tan caótico; tenemos verdadera paz. ¡Qué maravilla, esta paz de Dios! ¡Y qué privilegio poderla reflejar ante los demás!
La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo.