Hace tiempo, conseguí un libro usado. Se llama La oración: Una ocupación santa. Es de Oswald Chambers y realmente no es un libro normal. Es, más bien, una colección de citas sobre la oración, cosas que él escribió en varios libros. Tristemente, no la encuentro en español en ningún lado.
En la introducción al libro, Oswald Chambers dice lo siguiente:
… muchos de nosotros preferimos pasar nuestro tiempo haciendo algo que tendrá resultados inmediatos. No queremos esperar a que Dios produzca los resultados en su tiempo perfecto, porque su tiempo perfecto casi nunca está sincronizado con nuestro tiempo.
Y por eso procuramos ayudar a Dios. Muchas veces hasta procuramos contestar nuestras propias oraciones.
¡Me impactó mucho ese pensamiento! Y teniendo en mente esa verdad, uno se abre más a aprender las verdades sobre la oración. Hoy, quiero compartirles las mejores citas (en mi opinión) de este libro en el orden en que aparecen en el libro.
- Pablo dice, “Orando siempre… por todos los santos y por mí.” ¿Recordamos que tenemos el mandato del Señor de orar por todos los que ministran en su nombre? Si el apóstol Pablo sinceramente pidió que se orara por él “…a fin de que al abrir mi boca me sea dada palabra para dar a conocer con denuedo el misterio del evangelio,” seguramente debemos recordad que esta es la clave que el Señor pone en nuestras manos por toda la obra cristiana; no orar porque somos impotentes, sino orar porque Dios es Todopoderoso.”
- Ten cuidado que la actividad en proclamar la Verdad no sea una manera ingeniosa de evitar la concentración espiritual de intercesión.
- La flojera física descompone la devoción espiritual más rápido que cualquier otra cosa. Si el diablo no puede llegarnos por medio de la tentación a pecar, nos llegará por hacernos dormir espiritualmente. “No, es imposible que te levantes en la mañana a orar, estas trabajando duro todo el día y no puedes darte ese tiempo para orar. Dios no espera eso de ti.” Jesús dice que Dios sí lo espera de nosotros.
- Debemos orar con los ojos en Dios, no en las dificultades.
- Es un insulto inclinarse ante Dios y decir “Hágase tu voluntad” cuando no se ha hecho intercesión. Es una oración de incredulidad impertinente, conlleva la idea de que no tiene caso orar, Dios hace lo que Él quiere. La frase, “hágase tu voluntad” nace de la relación más íntima con Dios en la que hablo con Él librememente… La repetición en la oración de intercesión no es negociar, sino una insistencia gozosa en la oración.
- Jesús no dijo, “Id a la mies.” Dijo, “Rogad, pues al Señor de la mies, que envíe obreros.” …Hhay una cantidad innumerable de personas que han llegado a una crisis en sus vidas y ya están “blancos para la siega.” Los encontramos en todos lados, no sólo en otros países, sino también en las casas vecinas. La manera de discernir no es por intelecto, ni por sugerencias sino por la oración.”
- Dios espera que seamos intercesores no buscadores dogmáticos de fallas, sino intercesores vicarios hasta que las vidas de otros lleguen al mismo estándar.
- El significado de esperar en ambos, el Antiguo Testamento y el Nuevo Testamento es “pararse debajo de,” es decir, activamente tolerar. No es detenerse con brazos cruzados sin hacer nada, tampoco es decir, “En el tiempo de Dios sucederá.” La mayoría de las veces eso significa que en mi tiempo perezoso permito que Dios obre. No, esperar quiere decir estar parado debajo de, en fuerza activa, tolerar hasta que llegue la respuesta.
- Podemos ahogar la Palabra de Dios con un bostezo. Podemos permitir obstáculos al tiempo que debemos pasar con Dios cuando recordamos que tenemos otras cosas que hacer. “No tengo tiempo.” ¡Claro que no tienes tiempo! ¡Tómalo! Ahoga algunas otras actividades y haz tiempo para reconocer que el centro de poder en tu vida es el Señor Jesucristo y Su Propiciación.
Entre las citas, este libro contiene algunas preguntas para meditación. Estas fueron las dos que más me impactaron.
- ¿A quién estoy privando de la bendición de Dios por no orar por ellos?
- Cuando oro “Hágase tu voluntad,” ¿lo hago simplemente porque es más fácil que descubrir cuál es la voluntad de Dios?
Y finalmente, mi cita preferida:
Tengamos cuidado de precipitarnos en el mismo deseo de hacer la voluntad de Dios. Corremos delante de Él en mil y un actividades y en consecuencia terminamos tan abrumados con personas y dificultades que no adoramos a Dios, no intercedemos.
Espero estas citas te sirvan a ti, como me sirvieron a mí, para tener una mejor vida de oración.