Lo destacado de la semana:
Tuvimos la oportunidad de pasar más tiempo con varios creyentes. ¡Disfrutamos mucho de la comunión con ellos! El miércoles invitamos a una familia a comer a la casa y una hermana nos compartió de su comida el jueves también. Verdaderamente, cuán bueno y cuán delicioso es que habiten los hermanos juntos en armonía. No quiere decir que estamos de acuerdo en todo, pero sí que podemos disfrutar juntos de las bendiciones que Dios nos da.
La lección de la semana:
Aprendí algo impresionante el miércoles durante el estudio y fue interesante compararlo con la predicación del jueves.
En el estudio bíblico, un hermano mencionó que los fariseos y escribas en Marcos capítulo 11 le tenían celos al Señor porque ellos querían el poder, querían seguir dictando lo que el pueblo tenía que hacer. Me impacto la pérdida de esos hombres religiosos. ¡Cuánto perdieron por un poco de poder sobre la gente! ¡Cuánto sacrificaron en la eternidad a cambio de quedarse con lo que siempre habían hecho y creído aquí en vida!
Es un gran contraste con Natanael, (el discípulo que trató Ricky en ministerio el jueves.) Natanael tampoco creía que algo bueno podía salir de Nazaret, pero él fue y lo verificó por sí mismo. Y cuando el Señor le mostró la verdad, no se quedó en su posición de sabelotodo, no se aferró a su creencia o tradición, sino que con sinceridad comenzó a seguir al Mesías.
Decidí que yo quiero ser como Natanael, si alguien me muestra que estoy mal en algo según las Escrituras, quiero cambiar. Quiero seguir la Verdad, y no aferrarme a lo que siempre he hecho, perdiendo así un galardón para la gloria de Dios.