¿Tu novia sabe que oras por ella?
¿Tu mejor amiga sabe que oras por ella?
Ese hermano que casi nunca llega a la reunión de oración, ¿sabe que oras por él?
Hace tiempo, Ricky y yo oramos por un amigo que parece que ya no tiene a Dios como prioridad en su vida. Yo sabía que él jamás aceptaría mi sugerencia que sus prioridades no estaban en orden.
Lo único que podíamos hacer era orar.
Y resulta que también podía decirle que lo habíamos hecho.
Le mandé un mensaje de texto que decía, “Oramos por ti hoy.” Y ese mensaje inició la conversación más larga que habíamos tenido en años.
Hay poder en las palabras, “Oré por ti.”
Pueden abrir el corazón del rebelde. Pueden suavizar el corazón del amargado. Pueden tocar el corazón del perdido. “Oré por ti.” Las palabras muestran que tienes cuidado de aquella persona. Le asegura que aunque quizás no estés de acuerdo con lo que hacen, no estás dispuesto a terminar tu relación con ellos. Les dice que quieres lo mejor para ellos, aunque difieran sus opiniones sobre qué es lo mejor.
¿Cuándo es la última vez que le dijiste a alguien que oraste por él o ella?
Yo no había experimentado el efecto de las palabras hasta ese día, pero de ahora en adelante espero decirlas a alguien todos los días. Quiero que sepan que me importan. Tengamos una buena relación o una difícil, quiero mostrarles que aún pienso en ellos y los llevo a la presencia de Dios en oración.
“Oré por ti.”
¿A quién le dirás esas palabras hoy?