Esta tormenta la conozco.
Los truenos, las olas, el viento cruel,
Entraron hasta mi alma
con amenazas que me helaron.
Y luego, desvaneció.
La tormenta me dejó
quebrantada, pero me dejó.
A ella, esta tormenta
la ataca, la ahoga, la cansa…
y yo nada puedo hacer.
Esta tormenta la conozco.
Esta tormenta, la vuelvo a ver.
Los truenos, las olas, el viento cruel,
Hoy entran hasta su alma,
Con amenazas que la helan,
y se vuelven realidad.
Mas, sí puedo compartir:
“Esta tormenta la conozco,
sé que a tu alma trae terror.
Pero también, conozco a Alguien
que aún esta tormenta,
los vientos y el mar le obedecen.”