La semana pasada, leímos Filemón. Y ¿sabes qué me llamó la atención?
La palabra “amor.”
Normalmente a Pablo no se le conoce como el apóstol de amor, pero en este librito, no sólo menciona cuánto ama a Filemón y a su familia, sino también habla de cuánto ama Filemón al Señor, el amor entre hermanos en Cristo y el amor de Pablo hacia Onésimo… Se me hizo interesante que un libro que se trata completamente del perdón, mencione tantas veces el amor.
Es que el perdón necesita del amor.
Si voy a perdonar, lo hago por amor al Señor, ¿verdad?
Y si voy a hablarle a un incrédulo acerca del perdón que Dios ofrece, también es por amor al Señor (y por el amor que el Señor le tiene a esa persona, obviamente.)
Entonces, eso aprendí yo acerca de Filemón el fin de semana pasado. ¡Me encantaría saber qué te llamó la atención cuando leíste Filemón! ¡Dímelo en los comentarios!
Ahora, el reto que te quiero dar este fin es “El reto de Nehemías.”
¿Qué hizo Nehemías?
Edificó.
Nehemías dejó su hogar y su trabajo para ir al pueblo del Señor y edificar los muros caídos de la ciudad.
¡Obviamente, el reto no es dejar tu hogar y tu trabajo!
El reto de este fin es edificar, específicamente en tu congregación o tu asamblea.
Busca algo que puedas hacer para edificar y ayudar al pueblo del Señor. Quizás sea ayudar físicamente (apoyar en limpieza del local o hacer de comer para una familia en la congregación), quizás sea edificar espiritualmente (conversar con algún hermano desanimado para que sepa que los hermanos lo aprecian, o prestarle un buen libro a una hermana para que pueda profundizar en algún estudio de las Escrituras), quizás sea animar a los hermanos con tu presencia en algún esfuerzo (ya sea reunión casera, predicación en una plaza o clase para niños, etc.)
El punto es hacer algo para edificar el pueblo del Señor.
Ah, y recuerda, debe ser algo especial, que no haces normalmente.
¡Luego me dejas un comentario para contarme cómo te fue!
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