Aún cuando se burlan de mí, es para la gloria de Dios.

Llegué a la universidad con la ilusión de que mi vida como buena alumna y compañera llevaría gloria a Dios porque me ganaría el respeto de mis profesores y de mis compañeros.
Algunos sí llegaron a respetarme a mí y a lo que yo creía.
Pero otros simplemente se burlaron.
Se burlaron de mis esfuerzos como estudiante. Se burlaron de mis características como persona. Pero más que nada, se burlaron de lo que creía y practicaba espiritualmente.
Y sé que no soy la única que ha sufrido esto, ni soy la que más he sufrido, ¡para nada!
Pero, si tú estás en una situación en la que se burlan de ti por ser creyente quiero darte unas palabras de ánimo.
Cuando se burlan de ti, glorifican a Dios.
¡Es cierto!
Seguro es sin querer, pero cuando se burlan de ti por lo que crees, es para la gloria de Dios.
Piénsalo así, si no fueras diferente, si no supieran que eres seguidora o seguidor de Cristo, no habría reacción alguna. Su reacción negativa a ti quiere decir que tu vida, que tú mismo, eres diferente.
¿Y por qué eres diferente?
¡Por Cristo!
Eres diferente, y atraes su burla, porque tú sigues a Cristo, porque tú crees la Biblia, porque tú procuras vivir según la Palabra de Dios.
Así que, ten ánimo.
Si te ganas su respeto a través de tu buen testimonio, ¡qué bueno! Vieron a Cristo en tu vida y es para la gloria de Dios. Pero, si te rechazan, si se burlan de ti y de lo que crees a pesar de tus esfuerzos de ser como Cristo, ¡qué bueno!