Andrew Murray fue un predicador y hoy muchos recomiendan sus libros como de los mejores que puede leer un creyente. Su perspectiva sobre la oración es única. Su libro El ministerio de la oración intercesora https://amzn.to/2VxtGpL (enlace afiliado) me ha hecho reconocer que no conozco el poder verdadero de la oración, pero el libro no me ha dejado desanimada, al contrario me da esperanza que sí tengo la posibilidad de conocerlo.
Andrew Murray (1828 – 1917) nació en Graaf Reinet, Sudáfrica a padres misioneros de Escocia. Parece que pasó una niñez feliz, en un hogar que enfatizaba tanto la vida espiritual como tiempos de diversión. Como joven, fue enviado a estudiar en Escocia, y luego continuó sus estudios en Holanda. Pero tan sólo terminó y regresó a Sudáfrica.
Siempre fue muy juguetón, cosa que sorprendía a muchos ya que desde joven fue muy respetado por su predicación y enseñanza. A los 28 años se casó con Emma Rutherford, con quien llegaría a tener una familia grande.
Quizás su formación espiritual fue más profunda por varias aflicciones físicas que tuvo. Además de perder la voz durante dos años, sufrió accidentes que le causaron lesiones permanentes. A pesar de que vivía con dolor, su espíritu gentil y humilde siempre impactaba a los que interactuaban con él.
Su preocupación más grande en relación a los que lo oían predicar, era llevarles más cerca de Cristo, que vivieran sus vidas en el poder de Cristo. Y de hecho, muchos de sus libros y devociones tratan específicamente sobre habitar con Cristo, conocerlo de cerca y pasar tiempo con él. En las iglesias que él pastoreaba, también las misiones eran siempre una prioridad y enviaron y apoyaron a muchos misioneros.
Antes de partir para estar con el Señor, Andrew Murray ¡escribió algunos 250 libros y tratados! Obviamente son muchísimos, pero dos que me llamaron la atención y que quisiera leer son:
Escuela de obediencia https://amzn.to/2I8XGFn (enlace afiliado)
Humildad: la belleza de la santidad https://amzn.to/2GcCLzb (enlace afiliado)
La vida de oración y santidad de este hombre me inspiraron, y aunque fue ser humano y tuvo errores, espero llegar a ser un creyente de oración como él.