5 características de un buen maestro de la escuela dominical

¿Recuerdas tu maestra de la escuela dominical? ¿Tuviste varios? ¿Tuviste uno preferido? ¿Qué hace la diferencia entre un maestro excelente y uno mediocre? ¿En qué consiste?

Yo propongo que existen 5 características que tiene cada buen maestro de la escuela dominical. 

1. Amor.

Si la maestra enseña porque es su deber y nada más, los niños lo saben. Pero si ella les da clases bíblicas porque los ama, también lo sienten. El amor de la maestra les da más confianza a los niños, les motiva a asistir y a complacerla con buen comportamiento. Además, aprenden mejor cuando tienen seguridad emocional.

2. Disciplina.

Un salón en donde los niños no hacen caso al maestro es un salón en donde no se aprende. El buen maestro sabe motivar a los niños a obedecer y les enseña que la desobediencia tiene consecuencias negativas. También, el buen maestro siempre recuerda que el propósito final de tener un salón disciplinado no es para que los alumnos parezcan soldaditos. El propósito final es que aprendan la importancia de obedecer al evangelio de Dios. (Con la ventaja adicional de que en un salón ordenado, podrán aprender mejor.)

3. Gracia.

Los alumnos a penas están aprendiendo. Cometerán errores. Quizá vean los premios y de la emoción se les olvide que no pueden gritar. Quizás le falten el respeto a la maestra porque se les permite responder así a sus padres en la casa. O quizás no descansaron bien la noche anterior o no desayunaron y les está afectando en su actitud. La buena maestra muestra gracia a cada alumno. Le enseña lo que hizo mal, pero le muestra gracia. Así, el alumno aprenderá también la gracia de Dios.

4. Interés.

El maestro puede tener talento, puede estudiar la Biblia de manera profunda, puede ser creativo, puede ser lo que sea… pero si no puede ni recordar los nombres de los niños, no es buen maestro. Parte de ser buen maestro es tener interés en la vida de cada niño. ¿Marianita quiere contar que vio un sapo en el patio de su abuelita? ¿Alex quiere describir en abundancia de detalle cómo ayudó a su papá a pintar la casa? El buen maestro los escucha con interés, haciendo preguntas y mostrando que ellos son importantes. (Claro, esto no se hace en la clase, ¡hay que pasar tiempo con ellos antes y después!)

5. Curiosidad.

Pregúntale a cualquier profesor(a); una buena maestra nunca deja de aprender. Busca en internet ideas sobre cómo motivar a los niños. Pregunta entre los maestros con más experiencia sobre qué hacer con esa niña berrinchuda. Lee material didáctico para poder hacer mejor su trabajo. Y su curiosidad lleva a la creatividad. Entre más ideas consiga (sea de comentarios bíblicos, de otros maestros o del internet), más formas tendrá de combinar todo lo que ha aprendido de maneras distintas. Así, sus clases serán más interesantes y más provechosas para los alumnos.

Esas son las 5 características que yo creo son esenciales para un buen maestro de la escuela dominical. ¿Qué piensas tú? ¿Me faltó alguna característica? ¿Por qué sobresalía tu maestro o maestra preferida?

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Imagen de Doug Linstedt / CC-BY

(Se que estoy publicando esto un día después, pero la verdad ayer me la pasé empacando y quedé bastante cansada, ya cuando me di cuenta de que no había publicado nada, me estaba quedando dormida!)

Comentarios: ¡me encantaría saber qué piensas!

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